Bestie di scena llegó a su verdadero significado en el momento en que renuncié al tema que quería tratar originalmente. En un inicio, quería contar el trabajo del actor, su cansancio, su necesidad, su abandono total llegando a la pérdida de la vergüenza y, finalmente, me encontré delante de una pequeña comunidad de seres primitivos, desorientados, frágiles, un grupo de idiotas que como gesto extremo ofrecen sus ropas sudorosas al espectador, renunciando a todo lo demás.
Todo este proceso ha comenzado desde esa renuncia, creándose una extraña atmósfera que no nos ha abandonado y que ha hecho que el espectáculo se genere solo. En Bestie di scena hay una comunidad que huye, expulsada del paraíso al igual que Adán y Eva, llegando a un lugar del pecado, el mundo terrenal, lleno de trampas y tentaciones. Se engañan a sí mismos para vivir, encontrando en ese escenario todo lo que necesitan: el odio, el amor, el camino, el miedo, el mar, el naufragio, la zanja, la tumba donde llorar a los muertos, los restos de una catástrofe ...
Nuestras bestias no hacen otra cosa que imaginar la escena, y es el espectador quien elige desde el principio si aceptarlas o rechazarlas.
Producción: Piccolo Teatro di Milano, Teatro d’Europa, Atto Unico / Compagnia Sud Costa Occidentale, Teatro Biondo di Palermo y Festival d’Avignon