Los temporales transcurre en una Empresa de Trabajo Temporal situada a las afueras de una ciudad como esta. Sus empleados han asumido horarios interminables, hasta el punto de ver su vida reducida al espacio de la oficina y su personalidad prácticamente limitada a los rasgos que definen su actitud ante el trabajo. El desmayo de Olivia, una de las empleadas, revela esa asfixia y provoca la visita de un coach. Por primera vez, los trabajadores serán conminados a compartir con sus compañeros, y en presencia de un extraño, lo único que se reservaban para sí mismos: su intimidad.
Los temporales habla sobre la posibilidad de asumir un modelo laboral salvaje sin enfermar. Sobre el miedo a prescindir de lo que nos hace daño. Sobre la dificultad de formular nuestros deseos, de reconciliarnos con la realidad.