Producida por la Sala Beckett, la obra se estrenó en Barcelona el año pasado y llega a Madrid con un reparto renovado, encabezado por Alberto San Juan y Guillermo Toledo

Se estrena el próximo 14 de octubre en el Teatro María Guerrero, donde estará hasta el 8 de noviembre

Esta mañana se ha presentado a los medios el próximo estreno del Centro Dramático Nacional, El chico de la última fila, de Juan Mayorga, dirigido por Andrés Lima, que se exhibirá en el Teatro María Guerrero del 14 de octubre al 8 de noviembre. Se trata de uno de los textos más representados del autor. No solo fue galardonado con un MAX, sino que fue llevado con gran éxito al cine por el realizador francés François Ozon bajo el título En la casa y además está incluido como uno de los textos de referencia en los programas de lectura de los institutos públicos. La pieza aborda el vínculo entre un alumno y su profesor de literatura. “Una obra sobre el placer de mirar las vidas ajenas y sobre los riesgos de confundir lo vivido con lo imaginado, un texto que quiere hacer teatro del acto mismo de imaginar”, según Mayorga.

El chico de la última fila es además un trabajo que reúne por novena vez a dos figuras reconocidas de la escena española. Entre otras distinciones, Andrés Lima cuenta con el Premio Nacional de Teatro y Juan Mayorga con el de Literatura Dramática. Su colaboración como autor y director nos ha dejado montajes tan memorables como Alejandro y Ana: lo que España no pudo ver del banquete de la boda de la hija del presidente de Animalario; Shock (El Cóndor y el Puma), que recientemente le ha valido el quinto Premio MAX a Lima como Mejor director; o Hamelin (MAX a Mejor Espectáculo de teatro en 2006), un texto que Mayorga ha llegado a definir como el padre literario de El chico de la última fila.

Según Andrés Lima estos títulos, Hamelin y El chico, son precisamente “dos de las mejores obras de Mayorga”, de cuyos textos destaca su sentido de la teatralidad, su forma de abordar lo misterioso del alma humana y las zonas oscuras de la mente y su preocupación por el mundo contemporáneo; un teatro heredero de la filosofía y del teatro alemán, así como del Barroco español y que siempre se hace las peguntas pertinentes; “un teatro moderno en el sentido más estricto de la palabra”.

El chico de la última fila es una pieza brillante que hace sencillo lo complejo, añade Lima. “Partiendo de una anécdota puntual, hace un despliegue a partir del que podemos contemplar todas las facetas del ser humano: la traición de la fraternidad, la relación paterno-filial, la relación maestro-alumno, el despertar de la sexualidad, el peligro de la adolescencia, el alumbramiento de un artista…”, asegura.

Juan Mayorga, por su parte, destaca de la dirección de Lima “la complicidad y compenetración que consigue con y entre el elenco, que se arriesga como con pocos directores, y parece un solo cuerpo”. El chico de la última fila, que produjo y estrenó el año pasado la Sala Beckett, llega a Madrid con un reparto semi renovado. Del elenco barcelonés se mantienen los chicos jóvenes, encarnados por Guillem Barbosa (en el papel de Claudio) y su amigo, Arnau Comas, ambos “grandes descubrimientos”, según Lima; y completan el reparto Pilar Castro, Natalie Pinot, Alberto San Juan y Guillermo Toledo, cuatro intérpretes habituales de Lima con los que comparte una complicidad vital desde hace mucho tiempo, lo que transmite a este montaje “una vida especial”, en palabras del director.

Fotos: Luz Soria